Europa será federal o no será (II)

, de Jose María Castellano

Europa será federal o no será (II)

Como hemos visto, el sueño federal europeo no es nada del siglo XXI, ni siquiera del XX. Es algo que viene, aunque de manera inconsciente, desde hace siglos.

¿Quién tiene miedo a una Unión Europea federal? Evidentemente, aquellos que temen perder el poder en sus respectivos chiringuitos políticos donde la UE no puede intervenir (de momento). De todos modos, podríamos resumirlo en pocas palabras: gobiernos nacionales. En estos últimos años, sobre todo en el marco de esta crisis socioeconómica, la UE se ha convertido en un club intergubernamental en el que la última palabra reside en los 27 y no en la Comisión, mucho menos en el Parlamento.

En estos últimos años, el aborrecible eje franco-alemán -que tanto ha perfilado la construcción europea- ha mostrado su mayor prepotencia, incluso desequilibrio en la parte germana. Alemania se perfila como potencia europea, mira por sus intereses nacionales y de lado por los europeos, incluso creo que tiene más interés por Rusia y sus recursos energéticos que por el resto de sus hermanas.

¿Por qué no triunfará la UE de no ser un ente federal y cohesionado? Pues porque no podemos pretender ser algo en el contexto histórico que nos ha tocado vivir teniendo sólo una Unión Monetaria que muestra síntomas de cansancio e irregularidades, como el caso de Grecia, y a mayor distancia Irlanda o Portugal (y a muchísima más España e Italia). De haber tenido una Unión Fiscal en la Eurozona, esto habría tenido repercusiones menores ya que Bruselas habría previsto el error allí o aquí, o mejor dicho, habría impedido la mentira y la ocultación de información fiscal que los gobiernos -si, esos que tanto ralentizan el proceso de construcción europea- han hecho (véase el gobierno conservador heleno, que tanto ha hecho por impedir el rescate de Grecia).

¿Qué hace falta para aspirar a una UE federal? A mi juicio, sólo son dos las “uniones” que debemos realizar para alcanzar ese estadio federal (previo) y jugar un papel de mayor peso e importante en el mundo. Por una parte, establecer una verdadera Unión Económica (repito, con una divisa común no se establece una economía común) en la que la Unión Fiscal se encuentre implícita, donde todos juguemos en el mismo terreno de juego y seamos conscientes de lo pobres o ricos que somos.

Cuando comenzó todo esto del euro, y yo tenía apenas 11 años, siempre me pregunté: ¿cobraremos lo mismo y pagaremos lo mismo en Francia que en España? Cuando descubrí que no, simplemente no comprendía el por qué. Con el paso del tiempo he comprendido mejor la razón, aunque visto lo visto, creo que deberíamos aspirar a armonizar la fiscalidad y los precios para establecer la ansiada unión fiscal que refuerce nuestro peso mundial. ¿Acaso lo de la Unión Monetaria en soledad es para siempre? Espero que se aspire a dar este paso más pronto que tarde.

En segundo lugar, necesitamos una unión de seguridad y defensa, esto es, retomar aquella Comunidad maltrecha que el chovinismo francés de la Asamblea Nacional gala paralizó en 1959: Comunidad Europa de Defensa. Así es, un ejército europeo, con mando europeo y despliegue en conflictos internacionales donde los intereses de Europa se vean afectados, donde lo “común” esté en juego y se viole nuestra integridad. La OTAN no creo que viera con buenos ojos esto, a no ser que nos mantuviéramos tal cual. EEUU, Rusia y China mirarían muy de cerca este tipo de unión ya que surgiría uno de los ejércitos más poderosos del planeta y la posibilidad de que nuestra voz sea escuchada -que no sólo oída- sería mayor y más fuerte que el conjunto del Presidente de la Comisión, del Consejo, del Parlamento y de Ashton, todos juntos.

Además, con el punto final que se le ha dado a la UEO (Unión Europea Occidental) se ha rebanado la única vía de unión de FFAA de determinados países miembros y asociados. Incluso en esta Unión se encontraban países que no lo están en la OTAN (como muchos escandinavos). La OTAN se ha quedado tranquila, no tiene posible rival, y con ello EEUU y Reino Unido respiran aún más tranquilos al no encontrar fuerzas regionales de peso como lo sería un ejército al servicio de la UE. De haberlo tenido a tiempo, la invasión de Iraq de 2003 habría pasado sin más repercusión en Europa y, por supuesto, en España.

Respecto al Eurocuerpo, que no nos tomen el pelo. Es un brazo tonto de la OTAN en la UE, aunque quizás podríamos tirar de ahí…

Dicho así parece impensable e incluso ridículo pero yo os pregunto ¿por qué? ¿De verdad afecta tanto a los asuntos internos una unión fiscal y de defensa? Debemos progresar y aspirar a progresar también. Ahora es el momento de enmendar los errores, que no se repita más esto, que ninguna crisis crediticia ponga en evidencia las cloacas que los gobiernos nacionales tienen máxime cuando compartimos divisa y existe mayor posibilidad de mancharnos de barro. Y en cuanto al ejército… ¿Qué implica para la ciudadanía un ejército nacional a uno federal? Poco más que un mayor grado de seguridad y defensa de intereses, no sólo nacionales sino, federales-comunes fuera de nuestras fronteras.

Evidentemente esto no se resuelve en una entrada de blog ni en dos encuentros intergubernamentales. Se hará paso a paso y no de golpe (¿os suena?), conforme a las necesidades que vayamos teniendo o los proyectos que se propongan.

¿Cómo podríamos organizar una Europa federal en el marco de la UE? Está prácticamente todo hecho, pero mejor lo hablamos en el próximo artículo.

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