Los eurodiputados no tan europeos
Laura Mercier, Redactora en Jefe de Le Taurillon
Eurodiputados, la pregunta era simple… Si un eurodiputado italiano de determinada familia política considera extranjero a un eurodiputado danés de la misma familia política, ¿como vamos a poder crear un sentimiento común entre nosotros? Eurodiputados, una vez que están sentados en el hemiciclo del Parlamento Europeo no están representando a los ciudadanos de sus respectivos países. Están representando a cada ciudadano europeo. A pesar de ello, no tienen la legitimidad para hacerlo porque solo una minoría de ellos tuvo la posibilidad de votar por usted, o contra usted. Eurodiputados, la pregunta era simple… Una lista transnacional habría promovido un debate verdaderamente europeo, no confinado a cuestiones únicamente nacionales. Una lista transnacional habría sido una forma de desarrollar un espacio público europeo. Una lista transnacional habría sido el símbolo que la Unión necesita, la respuesta de una integración más profunda a pesar del Brexit. Y la Unión necesita esos símbolos, progreso concreto, para estar siempre más integrados. Eurodiputados, deberían ser ustedes los primeros en entender como de urgente y necesario es acercar a los ciudadanos europeos, para demostrarles que las elecciones europeas no son un día de votación cualquiera, sino uno europeo, transnacional y democrático. Eurodiputados, están ustedes sentados en la institución más democrática de la Unión Europea… ¿Como pudieron oponerse a su fortalecimiento?¿Como pudieron votar contra la lista transnacional cuando cada día, en su vida diaria, los ciudadanos europeos viven en un espacio transnacional sin siquiera darse cuenta, en su empleo, en sus viajes, entre sus amistades y familiares? Oponiéndose a la creación de una -sí, UNA- lista transnacional, perdieron una oportunidad única de acortar la distancia entre ustedes y los ciudadanos que están supuestamente representando a diario. Pero a pesar de todo esto, mayo de 2019 se acerca veloz, para que en las urnas votemos nuevos eurodiputados que sean capaces, espero, de resolver esta simple ecuación en la que acaban de fracasar.
El Partido Popular anti-Europeo
Tobias Gerhard Schminke, Redactor en Jefe de treffpunkt.europa
Y una vez más se mostró por sí mismo: el grupo liberal-conservador PPE en el Parlamento Europeo («El Grupo del Partido Popular Europeo») erige su concienzudo freno nacionalista. A los miembros del PPE les gusta decorarse con discursos políticos mostrando un pro-europeísmo franco, pero cuando se trata de implementar la legislación, este principio rápidamente se tira por la ventana. No hace falta reflexionar durante mucho tiempo para descubrir ejemplos recientes que respaldan esta afirmación: el primer ministro bávaro Horst Seehofer y el canciller austriaco cerraron sus fronteras al sur europeo en lugar de luchar por Schengen. El primer ministro húngaro, Orban, ignoró la ley europea, se opuso a las cuotas de distribución de refugiados y recibió una cálida bienvenida por parte del socio de la coalición de Merkel, la CSU. El ex ministro de finanzas alemán Wolfgang Schäuble, que ha sido celebrado con entusiasmo en Alemania, ni siquiera ha tratado de convencer a los miembros de su partido de un concepto de eurobonos que sea adecuado para el futuro y financieramente razonable. Y ahora el grupo de los conservadores liberales, que en todos los sentidos debería ser el bastión del pro-europeísmo de centro derecha, se opuso a que menos de 50 de los 751 escaños estén determinados por las listas electorales transnacionales. Querido PPE, si no está de humor para más federalismo o si no le importa lo que le ocurra a nuestro continente, no finja hacerlo por más tiempo. Lo único que sigue siendo paneuropeo para vosotros es la falta de concepto y visión. Es bastante legítimo suponer que el PPE apoyó el rechazo de las listas electorales transnacionales con argumentos endebles por puro interés de poder. Los umbrales electorales nacionales para entrar en el Parlamento Europeo actualmente existentes perjudican, sobre todo, a los pequeños partidos; con el PPE como grupo más grande y que más se beneficia. ¿Dónde están los Helmut Kohls, Konrad Adenauers y Winston Churchills de nuestro tiempo, que valiente e inteligentemente crean conjuntamente y desarrollan Europa como conservadores? Está perfectamente claro que no todos los miembros del PPE en el Parlamento Europeo están despreocupados por Europa. Pero este grupo debe ser más visible en el futuro. De lo contrario, los partidos liberales conservadores del PPE volverán a ser el bloque del freno político de Europa.
Democracia europea denegada por aquellos en quienes confié
Juuso Järviniemi, Redactor en Jefe de The New Federalist
Conozco a varias personas que no se sienten representadas por los políticos en su país de origen, pero que tienen un ídolo en el Parlamento Europeo. El miércoles, el Parlamento podría haberles ofrecido la oportunidad de votar por alguien cuyas ideas realmente comparten. Eso les fue negado.
Tal como están las cosas, los ciudadanos de los pequeños estados miembros solo tienen un puñado de diputados en el Parlamento Europeo que los consideren como sus electores. Con una lista transnacional, el número de diputados al Parlamento Europeo responsables ante cada ciudadano habría aumentado. Para millones, se habría multiplicado. Esto también fue denegado.
Para muchos, las listas transnacionales son la propuesta más fascinante para el desarrollo de la democracia europea. La Unión Europea es un ejercicio para hacer algo que la humanidad nunca había logrado. Permitir que los europeos elijan a algunos de sus diputados a escala continental habría sido solo eso. Una circunscripción a nivel de la UE será un laboratorio único para un nuevo tipo de campaña política, un nuevo tipo de democracia. Dará a las elecciones europeas un nuevo sabor. El miércoles, el Parlamento Europeo podría haber votado a favor de esto. No lo hizo.
El Parlamento Europeo tuvo su oportunidad; no lo tomó. A menudo se ha repetido que actualmente estamos viviendo un período único en la historia europea, que la ventana de oportunidad para las reformas esenciales y emocionantes está abierta. He llegado a conocer el Parlamento Europeo como una institución con visión de futuro, a la que puedo prestar atención cuando quiero sentirme inspirado sobre lo que los europeos pueden hacer juntos, como la institución en la que puedo confiar para hacer las cosas. Ahora me siento decepcionado, incluso traicionado.
El voto de la hipocresía
Xesc Mainzer, Redactor en Jefe de El Europeísta
Ayer se perdió una gran oportunidad para avanzar hacia una democracia pan-Europea real. Una alianza de grupos situados en puntas opuestas del espectro político tumbó la propuesta de dotar al Parlamento Europeo de 46 miembros elegidos en una circunscripción de ámbito continental.
De los euroescépticos era de esperar un voto negativo, con el ya típico argumento del ahorro. Pero me atrevería a decir que una gran decepción fue el rechazo de la izquierda unitaria, que se sumó al carro del argumento euroescéptico de ahorrar gastos. Pero puede que la mayor decepción de esta alianza contra el progreso fue el Partido Popular Europeo, que defendió su negativa a aceptar las listas transnacionales en base al argumento de que supondría un “alejamiento” entre representantes y representados, que perderían su referencia en el parlamento. Cuando un sistema de elección mixta similar se utiliza en órganos como el Bundestag alemán no se oye ese tipo de crítica de los representantes del PPE en ese estado, lo que deja claro lo hipócrita del argumento.
Con la derrota de ayer, la gente pierde la posibilidad de ganar en opciones a las que recurrir con su voto el día de las elecciones al Parlamento Europeo, pero también perdemos en nuestra lucha constante por conseguir una Europa más plural.
Creo que a la mayoría de federalistas nos gustaría tener una Europa con dos cámaras deliberativas para la representación popular y territorial respectivamente. Pero como eso no es posible hoy por hoy, no podemos más que conformarnos con conseguir pequeños pasos hacia una representación directa del demos europeo en su totalidad. Hoy habremos perdido, pero el tiempo nos dará la razón.
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