Sin Schengen no hay Europa
En 1957, a partir de la firma del Tratado de Roma, entró en funcionamiento la Comunidad Económica Europea (CEE), antecesora de la actual Unión Europea (UE). Sus pilares se denominaron las cuatro libertades fundamentales, esto es, la libre circulación de capitales, mercancías, servicios y personas. Los avances en la integración europea fueron sólidos, pero lentos. De modo que no fue hasta junio de 1985, en la localidad luxemburguesa de Schengen, cuando por primera vez en la historia del viejo continente, un documento oficial garantizó la libre circulación de sus ciudadanos. El conocido- y cuestionado- tratado de Schengen, que entró en vigor en la década de los noventa.